Finalizado el Congreso de la Confederación de Trabajadores Municipales de la República Argentina (CTM), el secretario general de la Federación de Sindicatos de Obreros y Empleados Municipales de Santa Cruz (FESOEM), del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Río Gallegos (SOEM) y secretario de Acción Social de la CTM, Pedro Mansilla, se refirió a la importancia de la Declaración de Avellaneda y al contexto social y político que atraviesa el país.
“Esta declaración no es sólo un documento, es un grito de dignidad. 𝐄𝐬 𝐥𝐚 𝐯𝐨𝐳 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐲 𝐥𝐨𝐬 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐚𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐧𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐞𝐧𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐠𝐨𝐥𝐩𝐞𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐩𝐨𝐥𝐢́𝐭𝐢𝐜𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐣𝐮𝐬𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐟𝐢𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐥𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨, 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐚𝐫𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐲 𝐬𝐨𝐜𝐚𝐯𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐢𝐥𝐚𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐣𝐮𝐬𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥”, expresó Mansilla.
Durante el Congreso, representantes de sindicatos y federaciones de todo el país debatieron y consensuaron un posicionamiento frente al avance de políticas que, según explican, reproducen el modelo neoliberal de los años 90: con apertura indiscriminada de importaciones, pérdida de soberanía, despido de trabajadores públicos, intervención en paritarias, represión de la protesta social y precarización laboral.
“Lo vemos en cada rincón del país. Compañeros cobrando sueldos de miseria, municipios endeudados, y una ofensiva que no sólo apunta a lo económico, sino que intenta desarticular toda forma de organización colectiva. Pero acá estamos, de pie, y en asamblea permanente”, agregó el dirigente santacruceño.
La Declaración de Avellaneda fue respaldada de forma unánime por las y los presentes en el Congreso. 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐚𝐜𝐚𝐧: 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐜𝐡𝐚𝐳𝐨 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐥𝐢́𝐭𝐢𝐜𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐣𝐮𝐬𝐭𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟑, 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐧𝐮𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞́𝐫𝐝𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐨𝐛𝐞𝐫𝐚𝐧𝐢́𝐚 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥, 𝐥𝐚 𝐞𝐱𝐢𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐥𝐚𝐛𝐨𝐫𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐢𝐠𝐧𝐚𝐬 𝐲 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐟𝐞𝐧𝐬𝐚 𝐢𝐫𝐫𝐞𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐧𝐞𝐠𝐨𝐜𝐢𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐜𝐨𝐥𝐞𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚.
“Desde Santa Cruz lo decimos con claridad: no vamos a permitir que se avasallen nuestros derechos. Los municipios no pueden ser territorios del abandono ni del salario indigno. Vamos a seguir organizándonos, construyendo unidad con nuestras comunidades, con jubilados, estudiantes, con quienes también resisten esta ofensiva.”
Mansilla remarcó además que la CTM se declara en estado de Asamblea Permanente, como forma de organización y resistencia ante la avanzada del ajuste, y llamó a fortalecer las estructuras sindicales para afrontar los desafíos venideros.
“No hay justicia social sin Estado presente. No hay democracia sin sindicatos fuertes. Vamos a seguir peleando hasta que cada trabajador y trabajadora municipal sea reconocido como lo que es: un pilar del funcionamiento de nuestras ciudades.”
Finalmente, el dirigente hizo un llamado a la unidad y a la acción colectiva:
“El tiempo de los diagnósticos ya pasó. Ahora es momento de construir una fuerza capaz de ponerle límites a quienes nos quieren callados, precarizados y excluidos. Nuestra lucha es por el presente, pero también por el futuro de nuestras hijas e hijos.”