En medio de las medidas preventivas y restrictivas que impulsa el Gobierno Nacional ante la circulación comunitaria de nuevas cepas del covid (Manaos, Británica o de Río de Janeiro), el proceso de vacunación a la población (lento, can 5 millones de ciudadanos) y el rebrote de contagios en puntos críticos del país, otra vez emerge la necesidad de ser más conscientes y responsables en torno al cuidado individual y colectivo.

Cuando estamos finalizando el mes del inicio de clases y en Santa Cruz durante los primeros días se organizaban marchas y bocinazos clamando por presencialidad, o bien por la apertura de boliches, el público en las canchas o el viajecito a Punta Arenas, SE PRESENTA ESTA REALIDAD EPIDEMIOLÓGICA en el país que enciende alertas.

El gobierno provincial dispuso mediante Decreto más control hacia viajeros del exterior ingresantes a la provincia, obligatoriedad de PCR y condiciones de aislamiento de ser necesario por contagio, comunicando sobre todo que no habrá por ahora restricción de la actividad comercial y productiva.

Por su lado Nación y sus especialistas médicos que integran el Comité de Asesores afirman que la situación es grave pero no implica el encierro obligatorio ni la vuelta de la cuarentena eterna.

En este contexto, y como en todos, la responsabilidad de minimizar riesgos de contagio sigue siendo individual, de cada persona, viva donde viva, gobierne quien gobierne en su ciudad o provincia. Es decir, evitar fiestas clandestinas, concurrir a lugares públicos donde está prohibida la permanencia de personas (canchas de fútbol), respetar horarios establecidos para circulación (hasta 02:30 hs), barbijo, uso alcohol en gel, lavarse las manos y actuar como un individuo pensante que debe prescindir de responsabilizar al otro y hacerse cargo de sus actos.