En el encuentro se ratificó la continuidad integral de los equipos, el resguardo de la mano de obra local y el compromiso de no avanzar con nuevas bajas. Las compañías presentaron además un plan de inversiones orientado a recuperar pozos que YPF había considerado antieconómicos.

Este martes, el Sindicato Petrolero, Gas Privado y Energías Renovables, conducido por Rafael Güenchenen, celebró en su sede de Buenos Aires la primera mesa de trabajo con las empresas que asumieron, el 1 de diciembre, la operación de las áreas transferidas. También participaron el secretario general de Petroleros Jerárquicos, José Lludgar, y los principales responsables de cada firma.

La mesa permitió revisar el estado de los bloques, ordenar los pasos que acelerarán la transición y establecer criterios claros para garantizar estabilidad laboral y continuidad productiva en todos los yacimientos. Las operadoras ratificaron inversiones orientadas a recuperar yacimientos maduros, perforar nuevos pozos, modernizar infraestructura crítica y profundizar procesos de recuperación secundaria.

Una demanda social acumulada

Güenchenen remarcó que la transición no se mide sólo en términos operativos, sino también en su impacto sobre las comunidades.

“Nuestra presencia tiene un solo objetivo, asegurar que la reactivación sea un hecho y no una promesa. El abandono productivo de YPF devastó el tejido social en Las Heras, Caleta Olivia y Truncado. No hablamos de cifras, hablamos del futuro de miles de familias trabajadoras. El mensaje a las empresas fue claro, se terminaron los tiempos muertos, necesitamos comenzar a trabajar cuanto antes”.

Reuniones previas y señales concretas

El dirigente confirmó que el sindicato ya mantuvo encuentros preliminares con varias de las compañías adjudicatarias y continuará ese trabajo en las próximas semanas. El gremio presentó sus demandas con un enfoque firme y técnico, pidiendo revisión detallada de los planes operativos por bloque, garantías explícitas de continuidad de todos los puestos, estabilidad para la mano de obra local y protección de los equipos durante el período de transición.

Las operadoras asumieron el compromiso de respetar estos puntos y evitar nuevas bajas mientras se consolida esta etapa inicial.

Güenchenen destacó que la reunión permitió acceder a información precisa sobre el estado en que se reciben las áreas y definir prioridades. “El objetivo es que ningún trabajador quede en duda o sin respaldo. Vamos a acompañar toda iniciativa que incremente producción, preserve equipos y fortalezca reservas, para eso estamos analizando con las empresas la manera de optimizar y avanzar en eficiencia, aprovechando toda oportunidad».

Mesa de seguimiento y presencia gremial

Como parte de los acuerdos, se pondrá en marcha una mesa de seguimiento permanente que monitoreará la evolución operativa, la ejecución del plan de inversiones y el movimiento de equipos.

Desde la conducción se reafirmó un mensaje unificado: «continuidad, previsibilidad y presencia gremial constante para asegurar que la transición empresarial se traduzca en más actividad, más trabajo y mayor protección para cada compañero».

El gremio obtuvo definiciones centrales sobre la continuidad plena de los equipos, garantías para la mano de obra local y el compromiso explícito de no avanzar con bajas durante el proceso de transición.

El mensaje final fue categórico: «pueden cambiar los nombres de las operadoras, pero los derechos de los trabajadores no se negocian. Vamos a encarar esta nueva etapa con esperanza y vocación de construcción, como lo hacemos siempre. Acompañamos firmemente a las empresas que vienen a invertir y a producir, porque su crecimiento es el trabajo de nuestra gente. El sindicato va a estar ahí, pozo por pozo, garantizando que se cumpla lo pactado y empujando todos para el mismo lado”, concluyó Güenchenen.