Esta tarde, los candidatos por Fuerza Santacruceña, Juanca Molina y Moira Lanesan visitaron El Chaltén, donde mantuvieron reuniones con comerciantes, vecinos y organizaciones.
Una de las reuniones con vecinos fue en la biblioteca popular y autogestiva “Mujer Pionera”, a la que intentó desalojar la provincia. Ahí la charla giró en torno a la problemática que atraviesa la comunidad en términos de demanda habitacional y el impacto por la fuerte caída del turismo
En este sentido, Molina puso en valor que “nuestra propuesta es llevar su voz al Congreso, pero antes que nada lo que tenemos que hacer es ponerle un freno a este modelo de exclusión y crueldad”.
Contó que “en Calafate hay 11 mil camas en el sector turístico y hoy tenemos menos de 200 ocupadas. Por primera vez hay gente que revuelve la basura. Es imposible que sigamos permitiendo esto”.
Los vecinos y vecinas pudieron debatir en torno al quehacer cultural de El Chaltén y el surgimiento de organizaciones y colectivos que generan identidad. A la vez que debatieron en torno a la ausencia del estado que se evidenció en el último tiempo.
También plantearon problemáticas a nivel ambiental como el tratamiento de la basura y de residuos cloacales por parte de SPSE.
En efecto, criticaron el anuncio de ampliación del ejido urbano realizado hoy, ya que desconocen los estudios de impacto ambiental y obras de infraestructura para ampliar la urbanización.
La candidata en segundo término en la lista, que ya en horas de la mañana se había reunido con comerciantes y visitado el “domo emprendedor”, dijo que “lo que estamos viviendo no es normal. Pertenezco a un sector que por mucho menos hizo grandes reclamos y ahora resulta que naturalizamos que nos vaya mal, que los viejos no tengan remedios, que no haya clases”.
De la recorrida participaron la senadora Ana Ianni, el diputado Carlos Alegría y los concejales de El Chaltén, Gerardo Mirvois y Elizabeth Romanelli.
Sobre el final de la jornada, los candidatos de Fuerza Santacruceña acudieron a un predio donde se ubican varias casillas rodantes en las que viven familias que no logran acceder a su parcela de tierra.
Profesionales y trabajadores del sector hotelero y gastronómico de El Chaltén, conviven en lugares precarios, algunos de ellos en viviendas móviles y otros en edificaciones en parcelas sobre las que no tienen titularidad, pese a sus años de residencia.