La dirigente feminista quiere repensar el poder y romper con las estructuras. Es cientista social, está a favor de la legalización de drogas blandas y pide el voto a los 16 años en el país trasandino.

Irina Karamanos, de 32 años, es la nueva primera dama de Chile tras la asunción de Gabriel Boric (36) como presidente. Sin embargo, ella no quiere que la llamen así. Pese a su discreto perfil, la antropóloga y militante feminista tiene ideas firmes que trascienden a cualquier estructura tradicional.
Karamanos ya había adelantado antes de las elecciones que podía renunciar a su rol de primera dama. Algo que ya hizo, por ejemplo, Beatriz Gutiérrez Müller cuando se quitó el “título” una vez que Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia de México en 2018.

“Es un cargo que merece ser repensado porque estamos en tiempos distintos, han cambiado muchísimas cosas y hay que repensar el poder y las relaciones que emergen de él”, dijo en una ocasión Karamanos, de fuerte compromiso feminista

Sin embargo, Karamanos optó por mantener la tradición formal de primera dama, aunque reformulando el rol que ha representado históricamente. Buscará un compromiso social, así como la militancia activa en la política, lejos de las superficialidades.

¿CÓMO ES IRINA KARAMANOS, LA “COMPAÑERA” DE GABRIEL BORIC?

Sus cercanos describen a Irina Karamanos como una persona de “bajo perfil” y “reservada”. En el círculo íntimo de Boric aseguran que ella es su principal “confidente” y consejera de “reflexión política”.

Curiosamente, Irina Karamanos no conoció a Gabriel Boric en la Universidad de Chile, desde donde él se posicionó como líder estudiantil. La joven estudió Arte allí un año, pero luego se marchó a la Universidad de Heidelberg (Alemania) para cursar Antropología y Ciencias de la Educación. Es socióloga y además de castellano habla alemán, inglés y griego.
SIN PRIVILEGIOS: IRINA KARAMANOS REFORMULARÁ EL ROL DE LA PRIMERA DAMA DE CHILE

Al igual que ha manifestado Karamanos, el propio Boric afirmó meses atrás que, si ganaba las elecciones, suprimiría la figura tradicional de first lady porque “no tiene ningún sentido”.

«No puede haber cargos en el Estado que tengan que ver o estén relacionados con el parentesco del presidente o con nadie”, manifestó el dirigente de la izquierda.