El “en contra” a la propuesta redactada por la derecha se impuso por más de diez puntos y el gobierno anunció que no habrá un tercer intento durante su gestión

La Constitución de 1980, escrita bajo la dictadura de Augusto Pinochet, y reformada durante la transición a la democracia, seguirá siendo la norma fundamental que regirá a Chile. Así quedó ratificado en el plebiscito de salida que se realizó este domingo y que rechazó por segunda vez una propuesta para elaborar una nueva Carta Magna.
Con un 99% de las mesas escrutadas, el “en contra” se impuso con un 55,7% de los votos ante la opción “a favor”, que llegó a 44,2%. El resultado puso fin a un proceso de cuatro años que surgió en Chile a partir del estallido social de octubre de 2019, que sumó nueve elecciones durante aquel período, y que terminó con dos propuestas elaboradas por los extremos políticos y rechazadas de manera contundente.

“Durante nuestro mandato se cierra nuestro proceso constitucional”, señaló Boric tras la publicación de los resultados. “El país se polarizó y dividió. La política ha quedado en deuda con Chile”, indicó el gobernante desde el Palacio de La Moneda.

Pese a la obligatoriedad del voto, la participación de los chilenos fue menor a la del plebiscito del año pasado, lo que se reflejó en el flujo de personas que concurrieron a los centros de votación y en la numerosa cantidad de gente que acudió a las comisarías dispuestas para concretar el trámite. Según Carabineros de Chile, más de 340.000 personas solicitaron excusarse para no sufragar, cifra que triplica las presentadas en el proceso anterior de septiembre de 2022.
Extracto nota La Nación