El mandatario habló por primera vez de forma presencial en la cumbre que se realiza en Nueva York y realizó un fuerte repudio al atentado que sufrió Cristina Kirchner. También se refirió a la deuda con el FMI y a la soberanía argentina de Malvinas.
El presidente Alberto Fernández participó este martes de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) que se celebra en la ciudad de Nueva York, con un fuerte discurso que arrancó con el repudio al atentado a Cristina Kirchner y que incluyó menciones al FMI y a la soberanía argentina de las Islas Malvinas.
Luego de saludar, el mandatario comenzó hablando sobre la violencia política que se vive en la Argentina y que derivaron en el ataque a la Vicepresidenta. «Muchas veces en la historia, los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias. Fundados en el rechazo o el odio hacia las víctimas, quienes perpetraron semejantes acciones quebrantaron la paz pública y abrieron las puertas a enormes disputas sociales. Pueblos enteros sucumbieron detrás de estos profetas del odio», comenzó diciendo Fernández.
«Por eso mismo, poniendo en valor la razonabilidad propia de la convivencia democrática, quiero comenzar estas palabras agradeciendo la solidaridad que la Argentina ha recibido del mundo entero por el intento de magnicidio perpetrado contra nuestra vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner», remarcó.
Y añadió: «En la Argentina, el intento de asesinar a la Vicepresidenta no solo afectó la tranquilidad pública, también buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida. En 1983 recuperamos la democracia e iniciamos un largo de siglo histórico en el cual alternaron en el Gobierno distintas fuerzas políticas».
«Los argentinos construimos el acuerdo del Nunca Más al terrorismo de Estado y a la violencia política, valoramos la democracia como un modelo de desarrollo social que exige respetar al otro en la diversidad. Estoy seguro que la violencia fascista, que se disfraza de republicanismo, no conseguirá cambiar este amplio consenso al que adhiere la inmensa mayoría de la sociedad argentina», manifestó el Presidente.
«Aprovechando la desazón que generó la pandemia y los efectos económicos de la guerra, los discursos extremistas y violentos proliferaron y encontraron tierra fértil para sembrar el sentimiento anti político en nuestras sociedades, guardar silencio ante semejante evidencia puede conducirnos a poner en crisis al mismo estado de derecho», continuó Fernández, e insistió «no aceptar resignados» la violencia y pidió «generar un enérgico rechazo global a los que generan la división en las sociedades».
«Aprovechando la desazón que generó la pandemia y los efectos económicos de la guerra, los discursos extremistas y violentos proliferaron y encontraron tierra fértil para sembrar el sentimiento anti político en nuestras sociedades, guardar silencio ante semejante evidencia puede conducirnos a poner en crisis al mismo estado de derecho», continuó Fernández, e insistió «no aceptar resignados» la violencia y pidió «generar un enérgico rechazo global a los que generan la división en las sociedades».