Club Parque, cuna de cracks, lamenta la partida de uno de los formadores más importantes de la historia del fútbol argentino. Tevez, Gago, Paredes, Viatri, Boselli, Gaitán, Placente, Cambiasso, Sorín y Alexis Mac Allister son algunos de los grandes futbolistas que salieron del fruto de su trabajo.
Después una larga trayectoria y una vida ligada al fútbol, Ramón Maddoni dejó este mundo a sus 83 años. Desde Club Parque marcó una huella imborrable en muchos de los que tuvieron la oportunidad de debutar en Primera y convertirse en cracks. Él, con un ojo clínico, supo ver le gran futuro de muchos de ellos.
Situada en la calle Marcos Sastre 3268, en Villa del Parque, habita la cuna de cracks argentinos, que fue creciendo con el correr de las años y con el incansable trabajo de Maddoni, quien tuvo mucho que ver. Comprometido e insistente, supo cómo inducir a los chicos al infinito y revoltoso mundo del fútbol. Lo hizo hasta hace unos días.
Parque fue su casa y la de muchas figuras que hoy la rompen en las grandes ligas. Pero por consecuencia, también llevó consigo una vida muy cercana a Argentinos Juniors, Boca, la Selección Argentina, entre otros, donde muchos de sus dirigidos supieron dar notables pasos.
Decía, hace un tiempo, en una nota con TyC Sports,cómo desarrolló esa capacidad para ver en tan solo un chico todo el potencial.»Yo veo correr a un pibe, lo veo patear, hacer un poco de fundamento y técnica y lo saco más rápido. Miro cómo corre y ya por la pinta me doy cuenta. El que corre como sobrando, ese juega bien. Es como si hubiese nacido para esto», explicaba en ese entonces.
Una larga lista avalaba su manera de trabajar: Carlos Tevez Fernando Gago, Leandro Paredes, Lucas Viatri, Mauro Boselli, Nicolás Blandi, Nicolás Gaitán, Ricardo Álvarez, Diego Placente, Esteban Cambiasso, Diego Cagna, Juan Pablo Sorín y Alexis Mac Allister. Campeones, figuras en la Selección Argentina y en sus clubes, emblemas del fútbol local e internacional que coinciden con un mismo estilo de enseñanza, que perdurará en el tiempo. Esos nombres son solo algunos de los que pasaron por sus manos.
Maddoni, en el club Parque, prácticamente su casa, tenía decoradas las paredes con las camisetas de todos esos jugadores que supieron caminar detrás de él y que, con todo lo aprendido, hoy lamentan su pérdida.
Pero cuando se le preguntaba cuál es el secreto para descubrir jugadores, Maddoni no lo sabía, solo lo hacía; había una naturalidad y y habilidad nata para verle futuro a los chicos. «Yo no sabía que sabía, yo laburaba», decía, con modestia. «No sabía qué era sacar jugadores. Los conos, la horca, saltar a cabecear, recibir la pelota de espalda a la raya porque te pega en el pecho y queda dentro de la cancha y además tenés todo de frente, ves todo el panorama. ¿Quién me dijo eso a mí? No sé, yo no sabía que sabía», reflexionaba.
«Lo que hoy quiero es ayudar a César, hizo mucho por mí. Es como un hijo. De acá hasta el final de mi vida lo que me queda por hacer es darle una mano a él y a los chicos. Siempre vienen pibes nuevos para enseñarles», había dicho en la nota hace seis años en referencia a uno de los hijos del club, que colaboró para la reapertura del Parque, cuando estuvo cerrado por siete años. Pero lo más destacable, es la promesa que hizo: «Hasta el final de mi vida». Y lo cumplió.
Hasta hace poco, seguía dando indicaciones y su parecer sobre cómo tenían que jugar aquellos que alguna vez fueron pibes. «Yo siempre le decía: ‘Vos vas a ser cinco», contó en referencia a Leandro Paredes, hoy jugador de Boca y desde hace años consolidad como volante central tras surgir como enganche. Hace poco habló con él, quien tampoco se olvida de sus inicios y hoy lamenta su pérdida:»Estoy en la posición que querías vos, eh».