En 1999, cuando el club era controlado por Mauricio Macri, se agregó una cláusula de poner garantías para ser directivo. En 2022 se convocará a asamblea para revocar esa decisión discriminatoria.

La palabra valores, en el sentido axiológico, siempre tuvo una connotación economicista y utilitaria para Mauricio Macri. Cuando era presidente de Boca (1995-2007) significaban avales, pero no avales morales, con una mirada existencialista, filosófica. Suponían condiciones de abolengo, de status dinerario, de pertenecer a la comisión directiva en tanto se tuviera una abultada cuenta bancaria o un distinguido origen de clase para ser parte de ella.

Macri intentó que sus pares escalaran en rebaño hasta la cima de su torre de marfil. Pero sabía que resultaba casi imposible. Ahora, el club que conducen Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme decidió que lo mejor será suprimir ese requisito para ser dirigente. Van a convocar a la asamblea de representantes para modificar el estatuto con un objetivo: borrar lo que queda de aquella fórmula para garantizar con fondos propios, primero equivalentes al 20% del patrimonio neto boquense, después del 10% y por último del 5%.

Avales que de ser bancarios en 1999 cambiaron a un seguro de caución en 2008. Si la coherencia fuera un valor para el expresidente de la Nación, hoy debería pagar con su patrimonio –aunque no le alcance- el préstamo con el FMI que tomó el país durante su gobierno. Otra misión imposible.

“Nosotros vamos a proponer que se modifique el estatuto y contamos con la mayoría para hacerlo. Estamos dando un debate con la oposición porque Boca tiene un texto vetusto. Las minorías no están representadas en la comisión directiva y aunque hoy nos convenga, nos parece retrógrado que no haya vocales por la oposición, o que la mujer no tenga más presencia en la conducción. Por supuesto, también hay que sacar los avales. Estamos avanzando en la convocatoria a la asamblea para 2022, porque el 2023 será un año electoral”, explica un dirigente del club con pedido de reserva.