Hace varios días Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, el pastor de la Iglesia Cristiana Barea de Barranquilla, le dijo a sus seguidores que Jesús vendría a la tierra el 28 de enero.
El pastor de la Iglesia Cristiana Barea de Barranquilla, Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, les informó a sus seguidores que el 28 de enero Jesucristo volvería a la tierra para llevárselos definitivamente al paraíso, por lo cual deberían hacer una serie de cosas para que, al momento de la llegada del Mesías, se encontraran puros y libres de pecados.
Para recibir a Cristo, el pastor les pidió a los creyentes enclaustrase en su casa, en el corregimiento de Sabanalarga, Atlántico, dejar sus trabajos y ocupaciones y, además, vender todos sus bienes, porque si estaban impregnados de ambición y lujuria no podrían recibir al salvador. El dinero que los creyentes recibieron por la venta de sus bienes se lo entregaron a Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, según denunciaron algunos de los afectados.
Ferrer Ruíz fue docente de literatura en la Universidad del Atlántico, donde empezó a mostrar sus inquietudes con los estudiantes frente al credo que cada quien tenía. Según el periódico regional, Diario del Norte, el reconocido docente de literatura empezó a profundizar más sus creencias después de que su pareja se convirtiera al cristianismo y juntos comenzaran a dirigir la iglesia Berea en Barranquilla.
Fueron los integrantes de este grupo religioso los que se encerraron durante días ante la esperada llegada de Jesús a la Tierra, por lo cual familiares y autoridades llegaron a temer que algunos de sus miembros decidieran suicidarse. Sin embargo, el pastor se manifestó por medio del canal de YouTube de su iglesia afirmando: “Los suicidas se van al infierno. Si alguna iglesia existió en Barranquilla o Colombia que ama la vida es Berea, porque nosotros somos templo del espíritu santo de Dios. No se equivoquen los suicidas. No somos suicidas. Estamos llenos de vida porque creemos que la vida le pertenece al señor”.
Ahora, muchos aseguran que Gabriel Alberto Ferrer Ruíz se fugó con el dinero de los bienes de sus creyentes y aún no se sabe de su paradero. Mario Pineda, esposo de una de las mujeres que participó del ayuno, le contó al programa televisivo Primer Impacto que, mientras estuvo de viaje, su pareja vendió todo lo que tenían en el hogar y le entregó el dinero al pastor.
Un testimonio similar dio Martina Consuegra. “Estamos muy enojados con el pastor porque nos despojamos de todas nuestras pertenencias. Sin dinero ni nada, porque supuestamente era el rapto y no nos llevábamos nada material”, aseguró en el mismo espacio.
Extracto nota Infobae 2/02/21