El programa más visto del prime time en Argentina, MasterChef Celebrity provocó pura emoción la noche del jueves. 

Los siete concursantes tuvieron que conectar con su niñez y apelar a los sabores de su infancia.

Para graficar un desafío prácticamente imposible de juzgar, un portarretrato con sus versiones infantiles esperaban en las estaciones de trabajo a Boy Olmi, Rocío Marengo, Vicky Xipolitakis, Claudio «El Turco» García, Patricia Sosa, Leticia Siciliani y El Polaco. «Este viaje va a hacer que sus corazones latan fuerte», les había anticipado Donato de Santis, y tenía razón.

«Veo la foto de cuando tenía dos años y me pongo a llorar como un chico», resumió el Turco García su sentimiento y el de sus compañeros. Planteada la competencia, cada uno de los participantes trabajó con los ingredientes que más y mejor conectaban con su niñez. Mientras los cocineros elegían los ingredientes y empezaban con sus recetas, el jurado abrió su corazón, recordando su propia infancia. » Tuve dos abuelas que emocionaban mucho. Mi abuela hacía croquetas de salsa blanca como para ochenta. Llegaba con unas fuentes enormes y nosotros nos tirábamos encima. Empezaban a cocinar como a las 6 de la mañana. Era espectacular «, bajó la guardia Germán Martitegui. Un recuerdo parecido sumó Damián Betular: «Mi abuela Amelia hacía pastelitos de hojaldre impecables, nunca los pude replicar porque no logré que me quedaran iguales». Donato de Santis, en cambio, recordó a su mamá: «Era una cocinera increíble, en un mes nunca te repetía un plato”.

¿Cómo puntuar un sentimiento, no? Cada uno de los famosos puso en consideración su plato, y todos estaban bien, todos eran ricos por estar hechos desde el cariño. Sin embargo, por pequeñas fallas fueron quedando en el camino todos menos dos: El Polaco, que emocionó con su dura historia de vida; y El Turco García, para el que tampoco nada fue fácil.

Y aunque tanto los varenikes del cantante, como las milanesas del deportista fueron calificados como «perfectos», el único lugar de salvación disponible fue para El Polaco. Al menos hasta que el jurado pidió la palabra: «Por única vez vamos a romper las reglas así que, Turco, también vas a subir al balcón». Con una ovación de todos sus compañeros (lo que demuestra el enorme cariño que le tienen), Claudio García también obtuvo su pase directo a la siguiente ronda.

Una noche no apta para personas de lágrima fácil: la emoción superó a la técnica. FUENTE: LA NACIÓN